Conoce las ventajas de un vídeo programático más “smart” que nunca

Todo apunta a que el formato video, tanto en el entorno más asentado de desktop como en el creciente (imparable) móvil, continúe ganando importancia como pieza clave dentro de las estrategias de creatividad y medios de unos anunciantes que tratan de buscar la forma más eficaz de identificar, conocer y llegar a una audiencia cada vez más fragmentada. Aunque la inversión en España en este tipo de formato aún se considera modesta, el mercado del vídeo programático está registrando un importante crecimiento, tanto es así que según un estudio elaborado por la IAB ha pasado de representar el 28% del presupuesto total de video  en 2013, a más de un 80% en 2018. El aumento en la demanda del vídeo programático se debe, entre otras causas, a la mejora en la estandarización de las especificaciones técnicas y métricas. De esta manera, los anunciantes y agencias cuentan con un entorno de mayor cobertura y alternativas de emisión, con el beneficio de la uniformidad en su implementación y análisis. Además, la evolución en los formatos y posicionamientos del vídeo ofrece a los responsables de marketing muchas más alternativas de contacto con sus consumidores. Pero, sobre todo, el aumento de la popularidad del formato se debe a las enormes posibilidades creativas que ofrece a las marcas para comunicarse con sus audiencias, convirtiéndose en una herramienta indispensable para éstas a la hora de conseguir algo, tan de moda como indispensable, como es el en engagement de marca La ya mencionada buena relación del formato video con el entorno móvil, debido en parte al aumento del tamaño de pantallas y de la velocidad de conexión, está favoreciendo que aquel, disfrute de un crecimiento proporcional al que vemos en móvil. Por primera vez, el tráfico en móvil ha superado a desktop. Teniendo en cuenta que más del 78% de los consumidores a nivel global posee un Smartphone y que acceden a sus teléfonos unas 40 veces al día, según refleja el informe Global Mobile Consumer Trends de Deloitte, no es de extrañar que el binomio video -móvil esté viviendo un momento muy dulce. A la vista de lo anterior, Sociomantic Labs repasa las 3 ventajas principales que este tándem ofrece a los anunciantes, y cómo todas ellas confluyen en unas historias de marca mejor contadas para su público concreto:
  • Mayor conversión gracias a su capacidad de segmentación: El aumento de la inversión se debe a la posibilidad que tienen los anunciantes de conseguir una segmentación exhaustiva gracias a la mayor cantidad de datos en tiempo real disponibles. Anuncios en vídeo más personalizados y dirigidos a un target más específico en el momento adecuado, pueden dar lugar a un rendimiento de las inversiones mucho mayor, pero sobre todo ayuda a que la estrategia global de comunicación con los consumidores sea más consistente y personalizada, y por ello a una mayor efectividad en resultados (tráfico, ventas..). En definitiva, en un momento en el que la relevancia y la personalización son pilares fundamentales de toda estrategia publicitaria, el vídeo programático se convierte en una pieza que encaja perfectamente gracias a su capacidad de segmentación y de generar un storytelling casi específico para cada usuario.
  • Comunicación continua con un usuario a tiempo completo: Los anunciantes ya asumieron en su momento la importancia del cross-device dentro del customer journey. Esto es, la importancia de alinear sus estrategias de desktop y mobile (entre otros dispositivos) para ofrecer una experiencia integral a los consumidores. Ahora nos adentramos en un escenario donde el usuario se ha convertido en un device agnostic o lo que es lo mismo, en una audiencia hiperconectada que utiliza varios dispositivos al mismo tiempo. Así, los anunciantes comienzan a ver la necesidad de dirigir sus mensajes a los usuarios a través de la combinación de diferentes puntos de contacto, para crear experiencias de marca completas entre diferentes dispositivos, entre los que el móvil es hoy el ‘rey’. Así, los anunciantes tienen la capacidad de generar miles de historias ‘a medida’ para cada usuario, a partir de la historia base de la marca que se va contando como un puzzle, a través de los diferentes canales. El resultado es una experiencia de marca única.
  • Mayor valor para el usuario, gracias a la personalización: Las capacidades de personalización del mensaje pero también de la estrategia de comunicación (frecuencias, medios, posicionamientos...) del video programático, revierten en último caso en beneficio del usuario/consumidor, quien con una experiencia publicitaria mucho más gratificante genera una percepción de marca más positiva y más consistente en el tiempo, lo que se refleja no solo en las estadísticas de interactuación con una ‘buena’ campaña de vídeo programático, sino también en la mejora de la interactuación de ese consumidor con el resto de ventanas de comunicación que la marca le ofrece, y sobre todo en el valor que ese individuo va generando a la marca como cliente y prescriptor.