Club de Creativos elimina los estereotipos negativos de género en la comunicación comercial

La publicidad con estereotipos que representen de forma negativa a las mujeres no es socialmente admisible y además no es rentable. Erradicarla es la ambición de un proyecto llamado #OVER_, que ha puesto en marcha el Club de Creativos, asociación que reúne a los profesionales que trabajan en publicidad en España, con la colaboración del Instituto de la Mujer. Un proyecto que se ha materializado en un libro y un folleto que buscan concienciar a la industria publicitaria de la necesidad de acabar con los estereotipos que encorsetan y limitan a las mujeres. 

#OVER_pretende que desaparezcan de las pantallas las mujeres engañosamente perfectas, las noñas, las obsesivas compulsivas de la limpieza, las pacatas, las recatadas, las arpías, las banales, las que son meras comparsas, las sosas, las sin gracia, y que en su lugar veamos mujeres de todo tipo y condición, pero que no responden a un marcado patrón, a un estereotipo.  

La presidenta del Club de Creativos, Uschi Henkes, fue la impulsora de este proyecto, que comenzó como un grito hacia el sector publicitario para que dejase de utilizar representaciones negativas de la mujer en la publicidad. Henkes, en una carta al sector, pidió tanto a los socios como a los no socios de club una reflexión en torno al tema, y la respuesta fue masiva: el sector se declaraba contrario a la publicidad sexista y abogaba por emprender acciones que ayudasen a su eliminación. 

 #OVER_ continuó con sesiones de trabajo entre profesionales de la publicidad, del marketing, expertos en sociología, en investigación y en áreas específicas de mercado, con la intención de profundizar en las razones que mantenían vivos los estereotipos. En cada sesión, se abordaba un segmento de mercado y se buscaba ahondar en los motivos y en las barreras para su eliminación. Los segmentos analizados fueron: banca y servicios financieros, limpieza, hogar, alimentación y bebidas, belleza, moda, formación, coches, juguetes y telefonía. 

En cada una de las sesiones celebradas, se escucharon algunas reflexiones comunes a todos los sectores. La primera, la extrañeza ante la falta de conciencia que se tenía hasta ahora de la problemática. En las nueve sesiones mantenidas, se repetía con insistencia una serie de preguntas: ¿Cómo es posible que el sector haya tardado tanto en ser consciente y en movilizarse ante esta situación?  ¿Puede ser la falta de tiempo o la falta de implicación y compromiso un obstáculo para eliminar el estereotipo? ¿Estamos ante el reto social de cambiar el patriarcado o ante el reto instrumental de cambiar el contenido de la publicidad? ¿Por qué en cierta publicidad, la de cosmética o moda, por ejemplo, las mujeres son retratadas como objetos decorativos o sexuales? ¿Por qué, si el sector es limpieza y hogar, la mujer es una neurótica, que tiene fijación con las manchas? ¿Y si es alimentación, una pesada?