José Jaime Navarro, propietario de MainlandPress SL, nos trae en exclusiva un nuevo artículo de opinión. ¡No te lo pierdas!
“La cantidad de productos y servicios prácticamente en todos los sectores, obligan el reto de atraer la atención del consumidor cada día más saturado por la publicidad, por el telemarketing, por el buzoneo o por los spams y pop-up que nos sorprenden en nuestro ordenador. Atraer al consumidor es “agarrarlo como se pueda” para persuadirle de que nuestra marca es la que mejor responde a sus necesidades. La micro segmentación se ha convertido en un imperativo para la supervivencia del artículo o servicio a vender.
La marca es la mejor arma para combatir la proliferación de ofertas. Pero cada marca debe responder a las características del producto. La extensión de línea y de marca, suele producir, a la larga, una distorsión en la mente del consumidor con respecto a la percepción original que se tenía del producto. Este es el mejor comentario que expresó un gerente: “Prefiero ser fuerte en algo, antes que débil en todo”. Cuidar las relaciones con el cliente y el servicio a éste es prioritario, con el fin de adquirir, aumentar y retener al mayor numero posible, fidelizándolos.
La innovación es la respuesta para satisfacer las necesidades del consumidor. El mayor derroche que se puede hacer en marketing es intentar cambiar la mente humana. Si se quiere influir en la mente, el nuevo producto apelará a las necesidades más fuertes de la motivación humana, ya sean fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de estimación o de autorrealización. Y sobre todo, es mejor ser el primero en la mente que el primero en el punto de venta.
Porque al consumidor o cliente se le convence no por el prestigio del fabricante sino por lo que el producto, bajo esa marca, puede hacer por él. Lógicamente, si el producto lo respalda el aval de una gran firma, el valor añadido es la confianza.
Haga que cada uno de sus clientes se considere el más importante”.
