Cada vez que lo hace un cuñado, muere un diseñador

Reconócelo, ¿cuántas veces has oído eso de “mi cuñado te lo hace en un momento” o aquello de “nos lo hace un amigo que domina del tema”? El mundo del diseño es uno de los más castigados por el intrusismo y es urgente reivindicar el lugar que le corresponde a la profesión. El IED Madrid, en su compromiso con el futuro y el desarrollo de sus alumnos, ha lanzado 'Cada vez que lo hace un cuñado, muere un diseñador', una campaña que pone en valor el talento y profesionalidad de los diseñadores, en todas sus especialidades.

Desde la ironía y con un toque de humor, el IED Madrid ha querido dar altavoz a una de las principales problemáticas del sector. ¿Te dejarías operar por un abogado o que pilotara el avión en el que te vas a montar un economista? Poner el diseño en manos de quienes non son diseñadores profesionales es dejar la responsabilidad de la imagen que trasmite una marca, la usabilidad de un producto, la habitabilidad de un espacio o nuestra propia imagen en alguien que no está capacitado para ello.

Para representarlo, el IED Madrid ha llenado el patio de su sede en el Palacio de Altamira de figuras humanas siluetadas en el suelo – como si se tratara de una escena de un crimen – que simbolizan diseñadores. Un auténtico “homicidio al diseño” porque alguien le encargó a un cuñado que hiciera su trabajo.

Con esta campaña, el IED Madrid anima a sus alumnos y al mundo del diseño a defender su identidad, su propia idiosincrasia como diseñadores, y a no renunciar a todo aquello que pueden alcanzar desde su talento y creatividad. Porque el diseñador nace y se hace; pero el cuñado también.