Bonitas historias de Navidad

Llega un nuevo punto de vista del Salomónseudónimo bajo el cual distintos profesionales del sector vierten libremente sus opiniones. ¡No te la pierdas! La mayoría de la publicidad nos crea necesidades o nos da soluciones a las que tenemos. El foco se pone en conseguir que el consumidor le elija frente a la competencia, pero también hay spots que nos hacen soñar... Y de sueños van ahora la mayoría de las películas que crean para la Lotería de Navidad, una campaña cuyo lanzamiento se ha instaurado como fecha esperada, como ocurre también con el spot de Campofrío. Y es que, desde aquel desastroso anuncio de Raphael, Caballé, Bustamante & CO., Leo Burnett ha tomado las riendas de esta cuenta para contarnos una bonita historia cada año. Cuentos de Navidad de todos los tipos: con tintes cotidianos, con emoción y hasta con animación. Pero lo que nadie esperaba era que dieran un paso más allá para llevar a nuestras pantallas una historia marciana, en forma de cortometraje, en la que una mujer extraterrestre descubre nuestro plantea y se enamora de un hombre y de la humanidad... Leo Burnett ha entendido que a las personas nos gustan los cuentos y procura que estos nos toquen la tecla sensible, y que, de alguna manera, nos transporten a una realidad ideal, pero verosímil.  Cuentos que nos devuelvan la ilusión y que nos hagan recuperar el entusiasmo por estas fechas que huelen a castañas tostadas, a abetos, a turrón... a Navidad. Esta campaña ejemplifica muy bien lo que para mí es branded content. Hay quien lo ve como “un spot largo” pero es que es mucho más que eso. Veinte minutos de historia que atrapa y, fuera de burlas, de la que no me importaría una “segunda temporada”. Por su parte, las adaptaciones a televisión están muy resueltas. Pues son realmente una adaptación al medio que se han alejado del típico trailer que promociona las piezas de internet, logrando verdaderos spots.¡Por cierto! No tan esperadas son las campañas de Ocaso Seguros. El Sol de la tranquilidad cada vez me pone más nervioso. En esta última ocasión han optado por una montaña rusa que representa la vida y dos pasajeros en un vagón que van envejeciendo en el trayecto. Mientras, el sol de Ocaso les persigue como si fuera un misil, como si quisiera alcanzarles y... ¿quemarles? No sé, no lo entiendo. No me entra en la cabeza que alguien invierta en una muy buena producción para dejarnos un spot tan cutre, tan cogido por los pelos y, para más, aderezado con una ya habitual música de fondo que retumba mis oídos. Qué mal rato me hacen pasar...
Y mientras seguimos esperando a que venga el spot de Navidad de Campofrío hay otros que han sorprendido. Por supuesto no dejan de ser temas “navideños” de esos en los que se reúne la gente y se quiere mucho... Yo no soy objetivo en esto, pues lloro en cuanto oigo la música de El Almendro, pero parece ser que Ruavieja ha conmovido a más de alguno con su campaña. Pese a ser de lágrima fácil, reconozco que a mi no me ha llegado del todo, que es lo que pretende, pero entiendo que a la gente le genere cierta empatía. Porque las deshumanización de las relaciones ha llegado, mal que nos pese, y cualquier cosa que nos recuerde el contacto humano, y no virtual, con aquellos a los que queremos, nos remueve algo por dentro. No es mi caso, por eso, quizás, no ha logrado su objetivo conmigo pero la idea de tomar una copa con los amigos siempre me parece bien. También Toyota busca posicionarse a través de las emociones. Esta marca se sale de las campañas que dan especificaciones técnicas de los vehículos para calar en nuestro sentir con un tema que preocupa en la actualidad, la contaminación. Y es que, Toyota se ha posicionado en el mercado como líder en la fabricación de coches híbridos en una apuesta por la sostenibilidad medioambiental desde sus inicios. Su nueva campaña destaca, pues, a ese nuevo consumidor preocupado y comprometido con el medio ambiente pero con algo de “postureo” y “bienquedismo”. No obstante, el ser el primero siempre tiene premio y Toyota ha logrado un valor diferencial clave frente a sus competidores. Creo que esta última campaña supone un gran paso para Toyota quien coge carrerilla y se pone a la cabeza en un nuevo valor de marca para el sector de la automoción. Por su parte, el cierre o claim del spot no me puede gustar más pues Conduce como piensas, resume perfectamente el mensaje que ha adoptado la Automotriz.