‘Big Data: más allá del marketing’

Silvia Rodríguez, directora en Estudio de Comunicación, presenta un artículo de opinión en el cual analiza la actualidad del Big Data en el entorno del marketing. ¡No te lo pierdas!

«Durante la pandemia de la COVID-19, especialmente durante los meses más duros de los confinamientos, las empresas aceleraron su transformación digital. Según los expertos, las compañías han avanzado el trabajo de unos 10 años ya que ha sido necesario cambiar procesos y modelos de negocio para adaptarse a la situación de manera casi inmediata.

Desde el punto de vista social, en este tiempo también se han popularizado e introducido en la jerga colectiva términos y procedimientos que hasta entonces habían estado más restringidos a otros ámbitos como el marketing o la empresa. Uno de ellos, es el big data. Los ciudadanos nos hemos acostumbrado a que nos cuenten que con procedimientos relacionados con el big data y la Inteligencia Artificial se hacen, por ejemplo, predicciones y modelos matemáticos sobre la evolución y el avance de la pandemia.

El big data, por supuesto, no es para nada nuevo, pero sí que sigue y seguirá siendo una de las tendencias que marcan la transformación de las empresas los próximos años. Cada vez más, las compañías, especialmente las grandes, están dando los pasos necesarios para convertirse en lo que se conoce como Data Driven Organisations, es decir, como empresas que usan los datos como base de sus procesos de trabajo y toma de decisiones.

Hasta ahora, teníamos muy claro cómo dar valor al big data en trabajos de marketing, donde los datos nos ayudan a entender al cliente y a detectar oportunidades que pueden ir desde necesidades no satisfechas hasta las motivaciones para adquirir, o no, un bien o servicio y, a partir de ahí, construir en base a la personalización. También desde los departamentos de comunicación captamos los datos, los ordenamos y visualizamos para obtener inteligencia social con la que construir estrategias y mensajes efectivos y analizar cómo están impactando nuestras acciones en nuestros públicos.

Pero limitar el uso del big data a las actividades de marketing o comunicación es reductor, ya que desde el punto de vista de la gestión o la organización los datos ofrecen grandes oportunidades enfocadas a lograr una mayor eficiencia organizativa, operativa y mejorar la productividad. Por ejemplo, la computación cognitiva basada en inteligencia artificial puede ayudar a las compañías a desarrollar empleados virtuales capaces de aprender, evolucionar, razonar e interactuar en un lenguaje natural para lo que procesa cantidades masivas de datos estructurados y no estructurados (imágenes digitales, audio, vídeo, PDF, etc.). Este tipo de soluciones pueden gestionar tareas monótonas facilitando que los empleados de las compañías no se quemen y puedan dedicarse a gestionar otras cuestiones de valor añadido para la empresa.

Sin embargo, convertirse en una compañía data driven, como hablábamos antes pasa por todo un cambio cultural en la organización. Un cambio de cultura que supone incorporar nuevos perfiles de ámbito más técnico capaces de extraer, gestionar y analizar datos de manera rápida (Data Scientists, CDO, Data Analysts, etc). Pero también implica una evolución del management, porque el big data tiene un impacto positivo en la toma de decisiones, en encontrar nuevas oportunidades de crecimiento, y también en fomentar empresas más ágiles y competitivas. Pero esto implica que los líderes adquieran las capacidades de leer, analizar, procesar y discutir en base a datos.

También es imprescindible que a todos los niveles de la organización se entienda la necesidad de que exista una verdadera democratización de los datos por la que éstos puedan ser transparentes y accesibles para que los equipos los puedan usar y así mejorar los resultados. De hecho, más allá de esto, una cultura de transparencia en los datos incluso puede dar como resultado la creación de nuevas líneas de negocio basadas en open data, es decir, poner los datos recopilados al servicio de terceros para su reutilización con el objetivo de fomentar la innovación o colaboración entre compañías.En definitiva, las oportunidades que se generan y que se seguirán generando en el futuro del big data y la empresa son inmensas. Pero solo si desde el management se asume y entiende que la implantación del big data supone un cambio de paradigma y que es necesario estimular la cultura de los datos dentro de las organizaciones, con todo lo que implica una transformación de tal calado, será posible poner verdaderamente el big data al servicio del negocio y conseguir beneficios en la eficacia de la relación cliente-empresa».

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