Adolfo Domínguez presenta su primera campaña como patrocinador del Atlético de Madrid femenino

“Hay belleza en el esfuerzo. En dejarse la piel por el escudo, por la de al lado, por todas.” Así comienza la primera campaña de Adolfo Domínguez como firma que viste a las jugadoras del Atlético de Madrid femenino. Un discurso que conecta con los valores de uno de los equipos con más seguidores de España. Y, también, con el esfuerzo que las mujeres realizan dentro y fuera del campo para ser reconocidas como futbolistas profesionales de pleno derecho: “Hay belleza en pelear con uñas y dientes por cada balón, y por lo que es justo.” 

Adolfo Domínguez anuncia su acuerdo como patrocinador del Atlético de Madrid femenino con una campaña en la que retrata a las futbolistas Amanda Sampedro, Deyna Castellanos, Leicy Santos, Carmen Menayo, Aïssatou Tounkara y Bárbara Latorre luciendo un uniforme diseñado por Tiziana Domínguez. En la serie fotográfica, realizada por la prestigiosa retratista Bèla Adler, las jugadoras visten la ropa de la marca de una forma poco convencional: manchada y arrugada tras jugar al fútbol. Como mensaje, la firma rescata “La arruga es bella”. Uno de sus titulares históricos que, en este caso, adquiere un nuevo significado junto a los retratos de las jugadoras. “La arruga no es un defecto. Es lo que pasa cuando te remangas por lo que quieres. La arruga es la prueba de que has vivido. De que lo has intentado. La arruga es bella”. 

“Nos emociona que la primera colaboración de nuestra marca con un equipo de fútbol sea con el Atlético de Madrid Femenino. El 80% de nuestras clientas son mujeres, ¿cómo no íbamos a comenzar vistiendo a un equipo femenino de fútbol?”, afirma Tiziana Domínguez, Directora Creativa del grupo Adolfo Domínguez. 

Realizada por la agencia CHINA, la campaña estará presente en la web y tiendas de Adolfo Domínguez, y en los canales sociales de la marca y el club. Uno de sus contenidos es un vídeo en el que podemos ver a las jugadoras del Atlético de Madrid vistiendo su uniforme oficial mientras juegan un partido improvisado en el campo de entrenamiento del Wanda de Alcalá de Henares. Sin ningún tipo de reparo a la hora de ensuciar la ropa de su nuevo patrocinador. Simplemente, hacen lo que quieren hacer. Juegan al fútbol.