UNOde50, la marca de joyería que confía en su instinto, es una de las principales marcas globales de joyería, relojes y accesorios. Actualmente cuenta con 90 tiendas propias y más de 2.500 puntos de venta repartidos en más de 70 países, acometió en los últimos meses un proceso de renovación de su identidad de marca y de todos sus puntos de contacto y canales de comunicación. Entre ellos un nuevo logotipo en el que predomina el color y las formas orgánicas junto con un nuevo lema: "Ser Uno lo es todo".
En la segunda fase de esta estrategia, el objetivo era dotar a esta nueva imagen de vida. Y es ahí donde UNOde50 ha confiado en FLASH.
La intervención de FLASH ha consistido en ejecutar lo que la agencia denomina “creatividad orgánica”. Creatividad que tiene el propósito de ayudar a la marca a estar presente en la vida de las personas. Trasladar la nueva identidad visual al tacto, gusto, olfato y oído, creando una conexión entre marca y público a través de sensaciones. Hacer que el público se relacione físicamente con las formas de la nueva marca y de los diseños de la firma.
El centro de estas acciones es la espectacular flagship que UNOde50 tiene cerca de la Gran Vía madrileña, en la calle Caballero de Gracia 24. Una tienda que cuenta con un gran espacio expositivo, Art Gallery, en la segunda planta a la que se llega por una preciosa escalera de caracol. Esta segunda planta es donde se exhibe la obra de José Azulay, presidente y director creativo de la firma.
En todos los sentidos
La primera representación es una instalación artística experiencial de gran formato que permanecerá abierta durante 50 días. Piezas gigantes formando una gran cadena que recorre todo el espacio. Ríos de coloridas hebras mullidas que se agolpan en las esquinas e incitan con su apariencia abombada y cómoda. Vegetación extraterrestre que brota en mitad de la nada y e invita al visitante a arrojarse sobre ella, con esa sensación acogedora e imperfecta. Natural y orgánica.
Un montaje que se asoma a la tienda a través del hueco de la escalera y es visible desde el exterior, como una invitación a experimentar la nueva identidad. Además de un entorno de contacto con la marca, se convierte en un espacio perfecto para crear y compartir contenido en redes sociales.
En otra zona de la planta se ha dispuesto un muro de deseos. Un panel en el que las visitantes pueden colgar sus mensajes escritos sobre candados, el principal símbolo y elemento gráfico de la marca.
Tras activar el tacto y la vista, llegó el turno del resto de sentidos. Flash colaboró con Fondo Supper Club en la creación de una experiencia gastronómica creativa el pasado 16 de abril. UNOde50 reunió a 50 personalidades de la cultura española, las tendencias, la comunicación y el arte.
La sala de la flasgship se metamorfoseó en un universo artístico conquistado por texturas y fibras. De las orgánicas del ambiente creado por la instalación y los propios platos, a las brillantes del lurex plateado de una mesa blanda creada para la ocasión, inspirada en las formas del logotipo y joyas de la marca. El resultado fue una experiencia orgánica en todos los sentidos. Una vivencia que se completó con un hilo musical de composiciones inspiradas en los sonidos de la naturaleza.
Tanto la cena, que contó con la presencia de Carlos Peguer y Mariang (de la Pija y la Quinqui), Leo Rizzi, Mirella Ballic o Lidia Rauet, entro otros, como las propuestas interactivas y experienciales fueron todo un éxito y marcan la línea para las próximas colaboraciones entre UNOde50 y Flash.
